El tiempo pasa inevitablemente para todos. A esta realidad se tiene que enfrentar toda la sociedad a nivel mundial, y aunque no se quiera, esta acaba pasando factura. Tanto es así, que actualmente la población que tiene 65 años o más en España representa el 19,6% del total, porcentaje que aumentará hasta el 31,4% en 2050. Asimismo, en este mismo año, el grupo poblacional más numeroso será el de 70 a 79 años, de acuerdo con las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE). Por tanto, es innegable que la pirámide poblacional española está cada vez más envejecida, no tan solo por la longevidad de los ciudadanos, sino también por una caída en picado del número de nacimientos, siendo España uno de los países donde menos hijos se tienen.
No obstante, independientemente de en el escenario de la vida en el que una persona se encuentre, la vivienda forma un elemento imprescindible, sobre todo en los últimos años. En este sentido, la gran mayoría de este colectivo prefiere vivir en su propia casa, la cuál puede adaptarse en algunos casos a sus necesidades y grado de dependencia, siendo muchos los que rechazan el pasar sus últimos días en una residencia.
Por tanto, esta situación demográfica actual influye en la demanda de bienes y servicios como la vivienda, en la que las necesidades de alojamiento de estas personas mayores deben estar atendidas más allá de la creación de espacios residenciales, que en la mayoría de casos suelen ser “privados y caros”, tal y como se refleja en la publicación de ‘¿Dónde y cómo vivir? Vivir en casa, vivir en comunidad y otras alternativas residenciales’ de la fundación HelpAge. Ante esta situación, proponen unas soluciones habitacionales que no sean homogéneas, alejadas de estereotipos y que garanticen el derecho de las personas mayores a la vida independientes:
- No desplazar al mayor de su entorno: Desde la fundación aseguran que no se debe llevar a la persona mayor necesariamente al extrarradio, sino que se debe tratar de mantener a esta persona unida a su barrio, siempre y cuando el mayor así lo quiera.
- Adecuación de la vivienda: Asimismo, se debe adecuar la vivienda y facilitar la rehabilitación de este inmueble para que así se ajuste a las necesidades de la persona mayor. En este sentido, será necesario que las políticas del sector público y privado contemplen esta problemática y que se faciliten al mayor el cambio de su vivienda por otra más adecuada gracias a acuerdos con particulares, empresas o administraciones públicas.
- Explorar nuevos cauces de colaboración público-privada: Como ejemplo se cita viviendas integradas en centros de día.
La realidad del “Senior Living”
En este sentido, las tendencias demográficas actuales han generado una revolución de los modelos de alojamientos, como el Senior Living, el cuál ha experimentado un crecimiento significativo durante el último año y cuyo producto está destinado a aquellas personas mayores de 65 años que se encuentran en buen estado de salud, es decir, que poseen plena capacidad cognitiva y física.
De acuerdo con la consultora inmobiliaria CBRE, durante el primer trimestres de 2022, se registró una operación de Senior Living por 20 millones de euros, sumando 80 nuevas plazas a la oferta actual de este tipo de activos.
No obstante, dentro de este segmento no hay un único modelo, sino que el Senior Living trata de ofrecer soluciones habitacionales a través de diferentes propuestas:
- ‘Senior Cohousing’: Está dirigido a personas con intereses en común que se unen formando una cooperativa para promover el proyecto donde van a residir. Es un modelo de vivienda social asequible que ha nacido como respuesta a la dificultad que tienen algunos colectivos para acceder al mercado tradicional. Se trata de una vivienda en la que los residentes comparten zonas comunes pero cada uno sigue teniendo su espacio individual.
- ‘Senior Coliving’: Esto hace referencia a viviendas con zonas comunes desarrolladas por una promotora cuyas unidades se comercializan en formato de venta o alquiler, entre el mercado senior. En este sentido, el coliving es un conjunto de viviendas en la que no solo se comparte un espacio de trabajo, sino también un espacio donde vivir.
- ‘Senior Resort’: Esto es una urbanización situada normalmente en la costa y destinada a residentes extranjeros, entre otros. Esta apuesta se decanta por los conjuntos de apartamentos, contando con numerosas facilidades y servios básicos de atención médica.
- Apartamentos con servicios: Viviendas para seniors con servicios medicalizados básicos, cumpliendo con la normativa de residencia de dependencia leve.